martes, 11 de julio de 2017

Juicios y prejuicios



Tarda en juzgar y sé rápido en corregirte. No podemos evitar el mecanismo de la primera impresión y tampoco podemos deshacernos por completo de nuestros prejuicios, pero eso no significa que debemos dejar que determinen nuestro comportamiento y los juicios que realizamos sobre los demás. Por eso, antes de juzgar a una persona, asegúrate de que no son tus estereotipos los que hablan. Y si cometes un error, reconócelo inmediatamente. Reconocer tu error no te hará parecer más débil sino que es una muestra de inteligencia. Solo quienes piensan y reflexionan son capaces de cambiar sus ideas.
No te dejes llevar por los estereotipos sociales. Recuerda que la sociedad suele promover los estereotipos que le resultan más convenientes. No te dejes llevar por ellos. Detrás de cada estereotipo existen personas, y cada una es única y especial. Si te tomas el tiempo necesario para conocerlas, es probable que te sorprendan gratamente. 

No resaltes la paja en el ojo ajeno si no ves la viga en el propio. Es más fácil dirigir el dedo acusatorio hacia los demás que apuntarse a uno mismo. Sin embargo, antes de juzgar deberíamos recordar que no somos precisamente perfectos, que también tenemos defectos que probablemente molesten a los demás.

Fuente: http://www.rinconpsicologia.com/2017/06/un-corto-sobre-la-rapidez-con-la-que.html?m=1

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